La ciudad eterna

Roma no es grande geográficamente, pero es enorme en cada rincón. Es una ciudad para caminar hasta no sentir los pies. Tiene Metro, buses, taxis y autos que se mueven en un caótico baile, entrelazados por miles de motoninos. Mejor, no subir a ninguno de ellos; mejor, es caminarla y sentirla.

"La ciudad eterna", es el eslógan con el que se publicita. Roma fue grande siempre: en el 0 y en el 500; en el Renacimiento y en el siglo XXI. Roma es colosa, colosal.

No hay mucho más que decir de una ciudad que se lo devora a uno. Cosmopolita, con un metro de gente con caras raras, mezcla de europa del este con italianos del sur; con taxistas que gritan, discuten y tocan bocina (corneta). Con peatones enloquecidos por cruzar una avenida por donde sea. Con una comida que a un argentino que ha vivido en España le hace sentir en casa nuevamente: pizza -la común y la romana-, ñoquis, pasta, helados, lemoncello y un cafe fuerte. "Un saque".

Aquí va lo que se puede hacer en Roma, con mucha energía y ganas, en dos días.

Coliseo
Gladiadores, por unos céntimos, dejan que poses con ellos	Salida señalizada con números romanos	Un par de novios descansa de la sesión de fotos junto al Coloso	Una chica busca la salida
			El Coliseo no necesita demasiadas presentaciones. Tenía una capacidad para 70 mil personas y su gran cantidad de salidas permitían desalojarlo en pocos minutos. Hoy se puede visitar por 9-12 euros, entrada que incluye también el ingreso al Foro Romano.
Foro Palatinos y Foro Romano
			Aunque parezcan lo mismo, no lo son. El "Foro Palatinos", es la zona de la antigua residencia de Augusto y es "más verde". El "Foro Romano", los restos de la antigua ciudad imperial de principios de nuestra era.
Vaticano
Dos ingresos al Estado del Vaticano, custodiados por la Guardia Suiza Pontificia, el ejército más pequeño del mundo	La vista después de subir 550 escalones de la cúpula de San Pedro. "Senzo ascensore", vale la pena. Se puede observar toda la Piazza de San Pietro (Plaza de San Pedro) y la Vía de Conciliazione. En el fondo, se ve el arenoso río Tíber.
	Esta es la entrada a un confesionario.
El altar de la Basílica de San Pedro, con religiosos tramando algo.	Todos quieren tocar y sacarse la foto	En Roma, hay monjas de todo el planeta. Ellas también son turistas.	Un italiano típico se acerca a una fontanella en la Plaza de San Pedro

Roma Artística
La Piedad, el Moisés y la Fontana De Trevi, Joyas del Renacimiento... y gratis!
La ciudad de las cúpulas: la de San Pedro, un atardecer desde la Plaza del Pueblo y el extraño Phanteon, bellezas de la roma antiguea
Toda Roma está llena de fontanellas donde se puede tomar y recargar agua		El pequeño Fiat 600 conocido como "Fitito" en Argentina, en versión romana
Otra iglesia, la de Santa María de Maggiore			La Plaza de Venecia, otra monumentalidad