Vivir en Madrid: la carne argentina

Tirita de asado. Tiernita pero un poco pequeña, ¿no?

Los restaurantes argentinos en Madrid no son pocos, pero en estos casos hay que saber dónde ir. Mi amigo Cristian me ha recomendado, y todavía no le hice caso, el Viejo Almacén de Buenos Aires, en la zona noroeste -Metro Lacoma, por cierto, no muy lejos de mi casa-, donde se puede comer una excelente parrillada como dios manda.

Algunos otros, más modestos, ofrecen menués relativamente baratos (entre 9 y 12 euros) que para la calidad de la comida es muy buen precio. Ayer me tocó visitar "La Pampa Argentina", en la localidad de Majadahonda, también fuera de Madrid. Uno llega allí y lo recibe un joven porteñísimo de saco y corbata que te trata de usted, aunque enseguida afloja con el "cómo andás che".

"El dueño es ese señor que ves ahí", me explica quien me ha invitado a visitar y comer en el lugar. Un personaje: piel morena, traje amarillo impecable y un trago sobre la barra.

Entrada y postre. Choripán con chimichurri y un panqueque de dulce de leche. Cuidado: el chorizo estaba recalentado.






Vamos a lo concreto: la carne, tierna y un poco grasosa, está bien. El problema es el tamaño de las porciones. Se vende el asado por porciones. "¿Qué quieres?". "Chorizo", va por un lado. "Una empanada de carne", va por otro. "Una tira de asado", por otro, acompañada de dos papitas. Sí, no es una suculenta parillada pero uno no puede pedir mucho más a 10 mil kilómetros de casa.


Argentinos y otros: no trasladar los precios a pesos porque podrían morir. En el supermercado, el kilo de lomo argentino sale €27,90. En esta parrilla también hay Gancia y otros aperitivos.











La parrilla, un domingo por la noche. "¿Dónde está la carne, hermano?". "Llamad al parrillero que ha venido un argentino a comer", fue más o menos lo que pasó.