Saltando en caballitos internacionales




El sábado 23, como había conseguido gratuitamente unas entradas, me acerqué con mi amigo Cristian al Club de Campo de Madrid, una institución extrañamente estatal, a presenciar el 99º Concurso de Saltos Internacional (CSI) a caballo.


La competencia consistía en un recorrido de poco menos de un minuto, en el que los jinetes debían saltar entre 5 y 10 vallas, con distintos niveles de complejidad. Si volteaban uno de los palos de las vallas, la gente coreaba en forma conjunta un "Aaaahh!!!".












En un ambiente hiper-pijo (hiper-cheto) se puede contemplar situaciones nuevas que uno ni aspira saber y encontrar todo tipo de personajes interesantes. Como la señora de la foto, o una niña de unos 8 años que me preguntó:

-¿Por qué sacas fotos?
-Porque me gusta -le respondí, con una sonrisa.
-¿Montas?
-No.
-Mola montar -musitó, y traduzco: que está bueno.
-Ajá.
-Pero yo hago doma -finalizó ella y no seguí porque no sabía como seguir esa conversación.
















En el lugar -en donde un agua mineral de 1/2 litro costaba €1,50 y un perrito caliente, €2,50- también había una exposición de autos antiguos.

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